Huerto en casa

Un huerto en casa

Este mes: Un huerto en casa.

Tu propio huerto

A muchos nos gusta eso de comer cosas naturales y sin aditivos químicos, también puede ser reconfortante el saber que lo que te comes es producto de tu propio trabajo. Si alguna vez has plantado una lechuga o unos pimientos ¿a que te saben mejor?. Aunque hoy en día la mayor parte de la población vive en entornos urbanos no es imposible disponer de esos productos sembrados y cuidados por nuestras propias manos. Y si tenemos hijos pequeños es una forma de contribuir a su educación desarrollando valores un poco olvidados: la paciencia, la constancia, ver el fruto de tu trabajo, el amor a la naturaleza, el valor de los pequeños insectos...

Si dispones de un jardín siempre puedes sacar unos metros para dedicarlo a tus cultivos, pero si vives en un piso y tienes una terraza también puedes cultivar algunos alimentos. Hasta de un balcón o una ventana se puede sacar provecho.

Condiciones

Si se dispone de un jardín o terreno alrededor de la casa podemos reservar un trozo en un lugar muy soleado. Para facilitar el trabajo es interesante tener agua cerca. Un espacio de unos 150 metros cuadrados puede abastecer a una familia de cuatro miembros todo el año, este tamaño también depende de los hábitos alimentarios.

Si no disponemos del terreno, pues en la terraza se puden disponer las llamadas mesas de cultivo: el modelo más simple se construye con cajones llenos de tierra y dispuestos sobre patas. Se pueden construir o se pueden comprar en almacenes de bricolage. Y si solo tenemos unas ventanas pues buscar las más soleadas y colocar jardineras o macetas, que deberán ir sobre platos para recoger el agua que sale de ellas cuando reguemos.

Herramientas para el huerto
Herramientas

Si tenemos un pequeño huerto en el suelo necesitaremos unas herramientas mínimas como son una azada de mango largo, una de mango corto, un rastrillo, una cuchara de siembra y unas tijeras de podar pueden ser nuestro equipo básico. Hay más, muchas más, pero hablamos de huertos urbanos de unas decenas de metros.

Si lo que tenemos son mesas de cultivo o maceteros prácticamente no necesitamos nada, a lo sumo una pequeña cuchara de siembra para quitar y poner la tierra, un peqeuño rastrillo para remover la tierra, unas tijeras y una regadera.

El riego
Regar el huerto urbano
Para huertos en el suelo lo primero que debemos hacer es planificar un sistema de riego. El más económico en cuanto a consumo de agua y que además da mejores resultados es el goteo: dejar que el agua vaya a cada planta y vaya regando gota a gota. Aunque puedes usar otros si tienes agua suficiente, pero vamos a lo económico y efectivo. Y de hecho el goteo produce mejores plantas.

En cualqueir caso hemos de planificar. Así que cojemos lápiz y papel y hacemos un esquema de nuestro huerto (a escala), marcamos los lugares donde tenemos la toma de agua y por donde va a discurrir la tubería principal. De esta sacaremos otras para llevar el goteo a las plantas. Lo ideal: huerto rectangular y tubería rodeando todo el perímetro, formando un circuito cerrado, así el agua tendrá la misma presión en toda la tubería. Si el trreno es muy grande podemos poner tubos transversales. Basta con tubo de 16mm a 25 mm, depende del tamaño del huerto. De estos tubos se sacarán tubos de 4mm con el gotero que irá a cada planta. No os preocupéis por poner más de la cuenta. La idea es formar una especie de red y en cada nudo de la red habrá un gotero. Fácil. Ah, y un ñeqeuño sendero en medio del huerto es indispensalbe para acceder bien a todas las plantas

Para mesas de cultivo también es interesante disponer de un sistema de tuberías que recorra las mesas y reparta el agua por las plantas.

En ambos casos la tubería principal se conectará a un programador que regulará los ciclos de riego.

Y para macetas y jardineras lo más simple: regaderas.

¿Qué plantar?

Pues aquí estamos limitados por el estilo de huerto que tengamos. Empecemos por lo más limitado: maceteros en terrazas o ventanas y mesas de cultivo. Lo que nunca falla y es muy gratificante son las hierbas de cocina: hierbabuena, perejil, cilantro, orégano, tomillo, eneldo, albahaca.... Prácticamente las que quieras. Requieren poco cuidado, solo el riego adecuado y cariño. Pero se pueden poner más cosas, ¿que tal unas fresas?, ¿o unos ajos?, es decir, plantas pequeñas, que no tengan un sistema de raíces excesivo. No vamos a poner papas, pero si se pueden poner tomates, habría que adaptarlos, en lugar de sujetarlos con cañas como vemos en la huerta, se pueden cultivar como plantas colgantes. O una lechuga en una maceta: os aseguro que crece y muy bien.

En huertos en el suelo estamos menos limitados. Podemos poner todo lo que se de en la zona donde vivamos. Solo hya que cuidar que el suelo esté bien labrado y alimentado con buenos abonos, orgánicos por supuesto, como el abono de lombriz, guanos...

Este es un pequeño apunte orientativo para quienes disfrutan comiendo productos naturales y con el sabor añadido del trabajo de sus propias manos. Podríamos llenar unas cuantas páginas más con detalles, trucos, técnicas...