Antes de que existieran los congeladores las verduras también se podían concervar durante largo tiempo.Siempre debemos usar alimentos bien limpios, frescos y sanos. Los tres métodos más conocidos para esta labor son los siguientes:
- En vinagre o encurtidas se llenan los tarros con las verduras elegidas (después de haberlas cocido ligeramente durante unos minutos), teniendo cuidado de que no queden espacios vacíos pero sin aplastarlas. Se cubren a continuación con vinagre de vino blanco y se colocan los tarros en un lugar fresco durante un mes o dos, vigilando los primeros días que el nivel del vinagre no disminuya.
- En aceite: se procede igual que para la conservación en vinagre, pero utilizando aceite preferiblemente de olivo. Para obtener un buen resultado final, es necesario que las verduras y hierbas utilizadas estén completamente secas. También, como en el caso anterior, es aconsejable controlar el nivel del aceite durante los primeros días y añadir un poco más si fuera necesario.
- En sal: en este caso el elemento conservante es el cloruro de sodio el que está compeuista la sal común. En general, se utiliza sal marina de cristales no demasiado gruesos. Para su conservación, las verduras deben ponerse en los recipientes adecuados y cubrirse con una solución de agua y sal en una proporción de 300 gramos de sal por cada litro de agua.
- En cualquier caso Los recipientes para el envasado deben tener un cierre hermético.
- Aunque estos métodos conservan los alimentos, es conceniente esterilizar previamente los recipientes que vayamos a usar. Para ello basta una esterilización simple en un solo paso:
- Se colocan los los recipientes en una olla con agua y se ponen al fuego, dejándo que hiervan durante al menos quince minutos. Luego se ponen boca abajo sobre un paño seco para que se enfríen y se sequen. Hacer lo mismo con las tapaderas. Asi tenemos los botes esterilizados.
- Al llenarlos recipientes se deben llenar hasta el borde, no dejar nada de aire.
- A continuación no olvides etiquetar con la fecha de envasado. con esto podrás conservarlos durante seis meses al menos.
- Almacénalos en un lugar fresco y seco.
- Una vez abiertos se deben consumir en menos de una semana. Si al abrirlos observas que la tapadera está abombada no lo consumas. Si observas espuma o burbujas no lo consumas.